Artículo de Innohub
Las elecciones presidenciales de 2016 no fueron la primera vez que se utilizaron tácticas de desinformación e influencia. Lo que sí es nuevo (y cierto) es la difusión de noticias falsas a través de nuestro ciclo de noticias de 24 horas y el acceso constante a las mismas.
Varias persnas coinciden en que el uso de la desinformación como medio de persuasión e instrumento de influencia ha alcanzado mayores niveles a medida que una mayor parte de nuestras vidas se mueve en línea. Desde las principales fuentes de noticias y redes online hasta la radio y los podcasts, todos tenemos más acceso a la información que nunca. Y ahora es más fácil que nunca contactar con la mayoría de nuestros numerosos teléfonos inteligentes conectados a Internet, a cualquier hora del día o de la noche.
El aumento del uso y la dependencia de los medios sociales ha repercutido en la cantidad de noticias falsas.
El auge de Internet y de los medios sociales ha agravado el problema de las noticias falsas. El modelo de periodismo estándar, que implica un número limitado de puntos de venta con periodistas profesionales que entrevistan a fuentes acreditadas y luego comprueban los hechos antes de publicarlos, ha sido puesto patas arriba por el sistema mediático moderno. Las teorías conspirativas y los rumores son sorprendentemente fáciles de difundir hoy en día, gracias a los numerosos medios de comunicación, a los constantes tweets y a un ambiente que a menudo supervisa los hechos conflictivos. La mayoría de las veces nos enfrentamos a señales contradictorias, y puede ser más fácil atenerse a una ficción más clara que descifrar una verdad más complicada. A continuación se exponen algunos ejemplos recientes.
Hillary Clinton dirigió una red secreta de pornografía infantil en el sótano de una pizzería de DC (más conocido como Pizzagate).
El Papa Francisco apoyó al presidente Donald Trump en las elecciones de 2016.
El ex presidente Barack Obama prohibió el juramento de lealtad en las escuelas antes de dejar el cargo.
¿Es cierto? FALSO. Estos son solo ejemplos de tres «famosas» noticias falsas entre miles, que fueron compartidas millones de veces en plataformas de medios sociales como Facebook y Reddit.
La batalla es la influencia, y este nuevo estilo de guerra se gana con la guerra de inteligencia. La oportunidad de sembrar ideas en la mente de las personas, hacer que duden de la información y tratar de cambiar sus percepciones es ahora el centro del control. Los reguladores no han seguido el ritmo de los avances tecnológicos, estamos inmersos en un mundo en el que todo vale.
Pero, ¿qué daño nos está haciendo realmente?
Vasilis K., M.D. Pozios, psiquiatra forense y cofundador de la consultoría de salud mental y medios de comunicación Broadcast Thought, es un especialista en el impacto que los medios de comunicación pueden tener en nuestro bienestar mental. Ha concedido una entrevista en Psycom, en la que explica cómo las noticias falsas o engañosas intentan influir en la opinión pública de forma manipuladora. Se crean para generar una respuesta emocional en el lector. Las emociones y sentimientos que suelen desencadenar son la ira, la ansiedad e incluso la depresión, ya que distorsionan continuamente el pensamiento del lector. Por otro lado, una encuesta nacional realizada por la Asociación Americana de Psiquiatría en 2018 reveló que los estadounidenses de todos los grupos demográficos demostraron un claro aumento en el nivel de ansiedad en el último año.
Además, el Dr. Pozios mencionó que «reconocer o percibir las noticias falsas como «falsas» también puede provocar sentimientos de ira y frustración, especialmente si el lector/espectador se siente impotente ante los intentos de manipular la opinión pública por medio de las noticias falsas.»
Entonces, ¿qué ocurre en nuestro cerebro cuando leemos noticias falsas? Es posible que estemos trabajando de nuestro «cerebro emocional» en lugar de nuestro «cerebro racional». Aprender a reconocer qué tipos de medios de comunicación desencadenan el pensamiento irracional y cómo sustituirlo por el pensamiento crítico mejorará. El Dr. Pozios aconseja que evaluemos todo el conocimiento que se nos da, aunque provenga de fuentes «fiables». «Esto requiere preparación, y los estímulos individuales pueden variar de una persona a otra», dice el Dr. Pozios. Sin embargo, utilizando este enfoque, podemos protegernos mejor de los cambios de humor y otras reacciones emocionales no deseadas ante noticias falsas.»